martes, 10 de noviembre de 2009

Enseres del hogar




Al escuchar esta letra me siento identificada, identificada con su mensaje, llamada a escucharla, a profundizar en su significado, en los valores que transmite o puede transmitir según quien lo reciba. Creo que yo, y en este casos todos nosotros como educadores y trabajadores sociales estamos llamados a ser destinatarios de la misma, creyendo personalmente de antemano que no todos los estímulos que la sociedad ofrece están dirigidos a todo el mundo sin distinción.

Su contenido me lleva a pensar, no sé de qué manera (quizá comience aquí a ver y sentir el fin de esta asignatura), en el código deontológico del educador o trabajador social, a sus principios y artículos, al espíritu que como profesionales de los social debemos tener y conservar.

Ofrecer mi corazón, gran obsequio, pero, realmente ¿qué se podría lograr en el trabajo con personas sin corazón? Poca cosa.
No será tan fácil, no será tan simple como pensaba...que gran verdad, que gran mensaje que debemos aprender en el camino de la formación.
Como un documento inalterable, aquí mi interpretación es muy personal. Creo que a pesar de dar el corazón, de ponerlo en cada cosa que se haga, debemos ser imparciales, justos; tal y como indica el principio 3º del código deontológico, tenemos que ser confidentes; según también otro principio, el 4º. En conclusión, debemos saber controlar impulsos y sentimientos personales.
Y te daré todo, y me darás algo, no se espera nada a cambio, debemos actuar con profesionalidad, no somos "colegas", somos profesionales, autoridad fundamentada en las competencias, capacitaciones y cualificaciones adquiridas. Idea que se podría incluir en el principio 1º.
Hablo por cambiar esta, nuestra casa, no la de más allá, sino nuestra realidad, hay que abrir los ojos, mirar a nuestro lado, cada día, en cada momento se nos brindará la oportunidad.

Con estas ideas básicas, entre muchas otras que seguramente cada uno pueda sacar de la canción, decir que las veo importantísimas en nuestra profesión, y sin duda alguna se pueden leer entre líneas incluso en algunos casos de forma explícita dentro del código deontológico como conjunto de normas que orientan la acción y la conducta profesional, ayudando así al ejercicio de su profesión y mejora de la calidad de trabajo. (código deontológico del educador y educadora social).

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